El pasado miércoles 27 de marzo, Sebastián Sosa salió en libertad condicional luego de pagar la caución de 50 millones de pesos argentinos a la que fue condenado por su “participación secundaria” en el caso de abuso sexual contra una mujer de 24 años, en una habitación del hotel Hilton de San Miguel de Tucumán, ocurrido en la madrugada del domingo 3 de marzo.
Por otra parte, la jueza Eliana Gómez Moreira resolvió la prisión domiciliaria en Tucumán durante 90 días para sus compañeros de Vélez Sarsfield Abiel Osorio, José Florentín y Braian Cufré por abuso sexual. Los tres jugadores que cumplirán con el arresto domiciliario tuvieron que fijar domicilio en Tucumán hasta que se lleve adelante el juicio oral, mientras la investigación sigue su curso en la Justicia, al tiempo que el arquero uruguayo tiene que llevar una tobillera por la prohibición de salir de Argentina y de acercarse a 400 metros de la víctima.
Pero toda esta situación aún no ha terminado. En las últimas horas, Telenoche (Eltrecetv) difundió nuevos chats de Sebastián Sosa, pero esta vez con Stephani Correa, su esposa. Además, dieron a conocer nuevas grabaciones de la declaración del uruguayo, que insistió con su versión: “Yo seguí la nuestra ahí, me pareció que algo comentaron. Cuando miro, Florentín la estaba masajeando [a la denunciante]; había música también, fue una cuestión de ellos. Estuvieron masaje va y masaje viene. Nunca la vi incómoda, en ningún momento. Se lo dije a ella, que no la vi mal”.
Y añadió: “Hasta ahí pude ver. Después el ‘paragua’ le dio un beso, la situación se puso cachonda entre ellos. Yo ya había conversado con mi señora y le había dicho hace unos minutos que me quería dormir, se me había apagado un poco la energía. Escucho unos besos, que se ponen cachondos, apagué la tele, quedó música de fondo. No veo, pero escucho situaciones de besos y cachondeo. Escucho gemidos también. Seguido ese acto, me di vuelta y me dormí. Un rato largo después escuché conversaciones, no sé cuánto dormí. Distingo conversaciones de Osorio con ella, había risas”.
Sosa reconoció que tenía un “WhatsApp secundario” porque su esposa solía revisarle el celular: “Le empecé a mandar mensajes [a la denunciante] desde otro WhatsApp en mi celular. Por suerte los mandé por ahí, porque si no los hubiera borrado para no tener problemas con mi señora”.
“Si yo hubiera mandado desde mi número oficial, hubiera borrado todo como le pedí a ella. Si mi señora está viendo el WhatsApp web tal vez me meto en un lío por una boludez. No desestimo el tema de que alguien venga a tomar algo al hotel. No borré ni un mensaje de esa conversación, está todo para exponerlo”, ahondó.
Con respecto al WhatsApp, difundieron las conversaciones con su esposa, en las que ella a las 00:22 horas del domingo 3 de marzo le pregunta: “Mi vida. ¿Qué hacés?”, a lo que Sosa responde tres minutos más tarde: “Acá acostado, bebé”. Correa estaba en un cumpleaños, evento por el que el arquero pregunta a las 1:21: “¿Está bueno?”. Luego de eso, ella le manda un video y a las 1:51 él se va a dormir: “Me voy a dormir, amor. Ya me dio sueño, bebé”.
La víctima relató que el abuso comenzó entre las 00:40 y las 02:00, periodo en el que Sebastián Sosa estaba por dormirse, como declaró. La Justicia deberá analizar si Sosa estaba lúcido y sabía lo que estaba pasando o si efectivamente estaba durmiendo.