Valeria Ripoll, candidata a la vicepresidencia de Uruguay por el Partido Nacional, está en el centro de una controversia que ha puesto en duda su idoneidad para el cargo. El escándalo, que involucra acusaciones de abuso de poder y hostigamiento hacia una anciana de 86 años y su nieto de 34 años, ha desatado una tormenta política que amenaza con desestabilizar su candidatura.
El conflicto vecinal, que ha estado latente durante varios meses, alcanzó un punto crítico cuando Ripoll, acompañada por cuatro policías, ingresó en la madrugada del pasado domingo a la vivienda de los vecinos sin una orden judicial que respaldara sus acciones. Durante la incursión, se observa en el video que su marido amenazó con cortar el suministro de luz y agua, e intentó coaccionar a los residentes para que se presentarán en la Seccional 12ª. Un video difundido muestra a Ripoll y a su marido diciendo a la anciana: «Podemos hacerte salir cuando queramos porque tenemos poder». Estos hechos han sembrado miedo en la casa de la anciana y han provocado una fuerte reacción pública.
En respuesta, Ripoll ha intentado minimizar su implicación en el caso, calificando las acusaciones como una «persecución política» orquestada por «operadores políticos» que buscan descarrilar su campaña. Sin embargo, esta narrativa no ha convencido a muchos, quienes ven en sus acciones un ejemplo de influencia de poder.
El abogado Darío Madeiro, quien representa a la anciana y su nieto, ha sido enfático al señalar que su clienta ha sido víctima de un acoso sistemático por parte de la familia Ripoll. Según Madeiro, este no es un simple conflicto vecinal, sino un claro caso de abuso de poder y violación de derechos que merece ser investigado a fondo.
Este escándalo ha generado una profunda discusión sobre la idoneidad de Valeria Ripoll para ocupar la vicepresidencia. Las acusaciones en su contra no solo han creado una fuerte polémica en la opinión pública, sino que también han generado serios cuestionamientos dentro del propio Partido Nacional.
Se rumorea que algunos sectores del partido están considerando la posibilidad de que Ripoll renuncie a su candidatura, dada la magnitud de las repercusiones negativas que este escándalo podría tener sobre la campaña, y especialmente sobre la imagen de su compañero de fórmula, Álvaro Delgado.
La conducta de Ripoll, que incluye acusaciones de abuso de poder y hostigamiento en un contexto de campaña electoral, ha sido vista como una peligrosa tendencia hacia el autoritarismo y la impunidad. Estas preocupaciones se han amplificado en las redes sociales, donde los usuarios han expresado su gran descontento, al calificar a Ripoll de «patotera» y compararla con figuras polémicas como “Bichi” y Romina Celeste.
Ante esta situación, el Partido Nacional se enfrenta a una encrucijada: reevaluar la permanencia de Ripoll en la fórmula o arriesgarse a sufrir una derrota electoral. Las críticas internas y la presión externa hacen que el futuro de Ripoll como candidata sea cada vez más incierto, con la posibilidad de que se vea obligada a dar un paso al costado en medio de esta crisis.